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Motor de Arranque

¿Qué es y cómo funciona un motor de arranque?

Antiguamente la acción de arrancar un motor podía comenzarse con sistemas manuales como la manivela, sistemas de compresión de muelles, de aire comprimido, etc.

El motor de arranque eléctrico es la forma habitual de arrancar el motor de los vehículos y la maquinaria general en la actualidad, aunque subsisten algunos sistemas de aire en aplicaciones marinas.

El motor de arranque tiene la función de hacer girar el cigüeñal del motor térmico con el fin de que comience el ciclo de explosión o combustión, hasta que este último es capaz de continuar por si solo con el motor en funcionamiento.

¿Qué piezas componen un motor de arranque?

El motor eléctrico suele ser un motor de corriente continua, esto quiere decir que la corriente pasa inicialmente por sus bobinas inductoras y a continuación por el inducido sin ninguna derivación. Este tipo de motor se caracteriza por un elevado par (fuerza) de arranque que lo hace óptimo en esta aplicación.

El relé principal de arranque tiene la misión de conectar el motor eléctrico directamente con la batería y en segundo lugar desplazar el piñón del arranque para que este se conecte con la corona del volante motor y así poder transmitir el giro del arranque al cigüeñal.

El circuito eléctrico externo que pone en funcionamiento un motor de arranque es simple, consta de un cable grueso de positivo de batería conectado directamente al relé del arranque y otro de control que va a la llave de contacto y de esta al relé del arranque para darle la señal de encendido.

A partir de este esquema lo podemos complicar de diversas formas como colocando un relé intermedio con el fin de evitar quemar la llave con un exceso de corriente, colocar un interruptor en la transmisión para evitar arrancar con una velocidad metida, y otras variantes.

 

Averías más comunes

Las averías en un motor de arranque una vez descartado el circuito externo al mismo pueden ser eléctricas o mecánicas.

DENTRO DE LAS MECÁNICAS PODEMOS HABLAR DE:

  • Roturas en el piñón de arranque, fácilmente detectable visualmente.
  • Fallos en el embrague que hacen que gire el eje del inducido y no lo haga el piñón, se detecta por el sonido estridente al poner en marcha el arranque.
  • Rotura de la leva que desplaza el piñón, visualmente se detecta la falta de giro del motor, la llave en posición de contacto y el motor no actúa.
  • Desgaste excesivo de los casquillos de giro del inducido y el fallo consiguiente del mismo, este fallo solo se puede detectar desmontando el arranque.

DENTRO DE LAS ELÉCTRICAS:

  • Fallo en los contactos del relé, se detecta con una lámpara de pruebas.
  • Fallo en el propio relé, se detecta suministrando corriente directamente al relé sin pasar por la llave.
  • Fallo en inductoras, inducido o escobillas, es necesario desmontar el arranque.